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Dos de los castillos más bonitos de Rumanía: Castillo de Drácula y Castillo de Peles

En una de nuestras entradas anteriores os hablábamos sobre qué ver en Brasov y alrededores. Sin embargo, hoy os venimos a hablar de algo un tanto diferente: ¡castillos! Seguro que ya habéis oído hablar del famoso Castillo de Drácula, pues es uno de los lugares más emblemáticos del país. Nosotros lo visitamos durante nuestra ruta por Rumanía y, desde luego, se trata de un lugar muy especial; pero no creáis que es el único castillo que merece la pena ver por aquí. El Castillo de Peles, quizás no tan conocido, es otra de las joyas que esconden estas tierras. Si os interesa el tema y queréis saber más sobre dos de los castillos más bonitos de Rumanía, ¡no os perdáis esta entrada!

Castillo de Peles, uno de los castillos más bonitos de Rumanía

El Castillo de Drácula

El Castillo de Bran, más conocido como el famoso Castillo de Drácula, es una de las atracciones turísticas más importantes de Rumanía. Debido a la variedad de leyendas que circulan sobre él, se ha convertido en todo un símbolo nacional y cada vez son más los curiosos que deciden visitar este sitio tan enigmático.

¿Cómo llegar al Castillo de Drácula?

El Castillo de Bran se encuentra en la localidad homónima, a una media hora en coche de Brasov. Al organizar nuestra ruta por Rumanía, nosotros decidimos pasar un día y una noche en Brasov por dos razones: la primera, porque se trata de una ciudad que merece la pena ver y un día es tiempo suficiente para recorrerla; la segunda, porque constituye un punto de partida perfecto desde el que ir a Bran para poder visitar el castillo. Además, la localidad de Bran en sí no tiene mucho más que ofrecer aparte del castillo y los paisajes que lo rodean, por lo que os recomendamos que, si vuestro plan es pasar unos cuantos días en el país, hagáis lo mismo y aprovechéis para conocer también Brasov.

Castillo de Bran o de Drácula

Historia e interior del Castillo de Drácula

Pues bien, la fama de este castillo medieval construido entre 1377 y 1388 se debe en gran parte a la popular novela de Drácula, escrita por el irlandés Bram Stoker. Para su obra, Stoker se inspiró en el personaje histórico de Vlad el Empalador, uno de los gobernantes y figuras más importantes de la historia de Rumanía. Y, si bien este príncipe rumano nunca llegó a habitar dicho castillo, la capacidad imaginativa del escritor consiguió juntar a ambos elementos en su obra y dar lugar a la leyenda de Drácula.

En cuanto al apodo de Vlad el Empalador, este se debe a que, según ciertas fuentes históricas, Vlad practicaba todo tipo de técnicas de tortura contra sus enemigos. De hecho, actualmente una de las salas del interior del castillo está dedicada en su totalidad a este tema: en ella encontraréis distintos instrumentos de tortura, armas y armaduras, entre otros. Pero tranquilos: la visita al Castillo de Bran no solo se centra en la exposición de estos horribles métodos. También hay estancias en las que se explica muy detalladamente todo lo relativo a la leyenda de Drácula y a la historia de Vlad el Empalador, y disfrutaréis como niños recorriendo los estrechos pasillos, escaleras y pasadizos que llevan de una parte a otra. Además, el castillo está rodeado por un amplio jardín por el que también podréis pasear.

Precio de la visita al Castillo de Drácula

Si os ha llamado la atención todo lo relativo a la leyenda de Drácula y queréis conocer a fondo uno de los lugares más enigmáticos de Rumanía, no os podéis perder esta visita. Los horarios os aconsejamos que los consultéis vosotros mismos, ya que pueden cambiar en función de la época del año y de las restricciones sanitarias. No obstante, según nuestra experiencia la entrada general cuesta alrededor de 9€; si sois estudiantes, podréis disfrutar del precio reducido, de unos 5€.

Castillo de Bran o de Drácula, uno de los castillos más bonitos de Rumanía

Dónde comer cerca del Castillo de Drácula

Una vez hayáis finalizado la visita (o incluso antes, depende de la hora a la que vayáis y de lo llenos que estén vuestros estómagos), os recomendamos que os deis una vuelta por el mercadillo que hay justo antes de acceder al castillo. Se trata de un conjunto de puestecitos en los que podréis tanto comprar recuerdos o productos locales como probar algunos de los platos típicos de por allí a bastante buen precio.

Nosotros tomamos como aperitivo unas patatas con salsa de ajo que estaban muuuy buenas y, como plato dulce, probamos un kürtőskalács. Se trata de una especie de pastel alargado con azúcar y canela (al menos el que nosotros comimos, porque los había de  más tipos) que está absolutamente delicioso. Es cierto que, cuando fuimos a Bulgaria, también los encontramos (aunque con otro nombre), así que no estamos seguros de que sea algo realmente típico de Rumanía; en cualquier caso, tenéis que probarlo 🙂 Para que os hagáis una idea de la gastronomía de la zona, os puede ser de ayuda nuestra entrada sobre qué comer en Bulgaria: platos típicos de la gastronomía búlgara.

¡Ah! Y como curiosidad, ¿sabíais que desde este año el mismísimo Castillo de Bran está haciendo las veces de centro de vacunación contra la COVID-19? Si el conde Drácula estuviera aquí para verlo… ?

El Castillo de Peles

Dejemos a un lado la época medieval y pasemos ahora a un castillo totalmente diferente. En la ciudad de Sinaia, a unas dos horas de la capital rumana, se encuentra uno de los castillos más espectaculares que hemos visto: el Castillo de Peles. El entorno en el que se encuentra integrado es verdaderamente privilegiado y, si lo visitáis en invierno, puede que tengáis suerte e incluso podáis verlo nevado como nosotros.

El Castillo de Peles, en Rumanía

Origen del castillo de Peles

Este imponente edificio fue levantado entre los siglos XVIII y XIX, y se convirtió en todo un referente por ser el primer castillo de Europa en contar con electricidad y ascensor. Se construyó durante el reinado de Carlos I, un príncipe alemán que acabaría convirtiéndose en el primer rey de la dinastía Hohenzollern-Sigmaringen en Rumanía, la cual se mantuvo hasta la llegada de la República.

Interior del Castillo de Peles

Lo cierto es que el Castillo de Peles se conserva en muy buen estado a día de hoy, tanto por dentro como por fuera, por lo que nosotros os recomendamos que visitéis también su interior. Una de las razones por las que creemos que está tan bien cuidado es que, antes de entrar, te dan una especie de calzas de usar y tirar como las que se usan en quirófano; de esta forma, evitan que los suelos se desgasten o se manchen innecesariamente. Así que ya sabéis: si decidís ver el castillo por dentro, seguid las normas y ayudad a que se siga conservando así de bien 🙂

La visita al Castillo de Peles os llevará como mínimo un par de horas, ya que posee más de 100 estancias. Todas ellas están decoradas con un estilo ostentoso y todo tipo de detalles y lujos (esta vez nada de instrumentos de tortura), aunque algunas salas tienen su estilo propio de decoración. A nosotros nos fascinaron los altísimos techos y los acabados de madera tallada repartidos por todo el castillo. Algunas de las habitaciones más importantes son el Salón de Honor, la Biblioteca Real, el Salón de Armas, las Salas Árabe y Turca o la Sala de Teatro. En esta última, podréis admirar las pinturas realizadas por Gustav Klimt, el famoso autor del cuadro El Beso.

Al inicio de la visita, el personal nos facilitó una hoja con información y curiosidades sobre el castillo y las distintas salas, algo que agradecimos para poder conocer un poquito más la historia del lugar. Eso sí: al final del recorrido, es obligatorio devolverla. También nos informaron de que no se podían hacer fotos del interior (al menos cuando nosotros fuimos, en febrero de 2020), por lo que desgraciadamente no podemos enseñaros nada.

Precio de la visita al interior del Castillo de Peles

La entrada general al Castillo de Peles, que incluye únicamente la visita de la planta baja, cuesta algo más de 6€; pero, si sois estudiantes, entonces tan solo tendréis que pagar 1,50€ aproximadamente. También existe la posibilidad de ver la primera planta, aunque para ello tendréis que pagar más. En cuanto al horario, os aconsejamos que os informéis bien mientras preparáis el viaje, ya que puede que las horas varíen debido a la situación y, por lo que tenemos entendido, dependiendo de la época del año los lunes y martes no puede visitarse.

Por si os interesa, a  lo largo del sendero que hay que seguir hasta llegar a la entrada del castillo podréis encontrar tiendecitas con recuerdos de la zona y restaurantes para comer algo. Nosotros no entramos en ninguno porque pensamos que quizás los precios podían ser más altos que en la propia ciudad de Sinaia, pero si alguno de vosotros probó a entrar, ¡podéis dejarnos vuestra experiencia en comentarios!

Qué ver en los alrededores del Castillo de Peles

Una vez hayáis terminado la visita al Castillo de Peles, os aconsejamos que deis una vuelta por los alrededores porque los paisajes merecen realmente la pena. También os dará tiempo a ver Sinaia, ya que no es muy grande, y podréis descubrir sitios preciosos como el Monasterio de Sinaia. Nosotros comimos en Casa cu Farfurii, un restaurante que estaba justo al lado y tomamos un menú del día con platos típicos de allí por menos de 6€.

Después de haber visitado ambos castillos, podemos deciros que, personalmente, creemos que merece la pena visitar ambos. Es cierto que son muy diferentes y cada uno tiene cosas mejores y peores, pero si vuestra idea es pasar varios días en Rumanía y no visitar únicamente la capital, pensamos que son dos lugares que no os podéis perder. En cualquier caso, si os vierais obligados a tener que elegir entre uno de los dos, puede que nuestra reflexión final os ayude a tomar una decisión.


El castillo de Drácula posee un aura de misterio indiscutible, una historia interesantísima y una colección de elementos de tortura… podríamos decir que bastante “original” y diferente a todo lo que hemos visto. Sin embargo, se conserva peor que el Castillo de Peles (aunque hay que tener en cuenta que el de Bran es más antiguo) y, para nosotros, en conjunto es menos bonito. Por su parte, el Castillo de Peles tiene una historia menos atractiva y puede parecer un castillo de la realeza más, pero os aseguramos que os quedaréis con la boca abierta al recorrer sus lujosas estancias y ver el paisaje que lo rodea.

¡Esperamos que os haya gustado la entrada! Si creéis que nos hemos dejado algo o queréis compartir vuestra experiencia visitando estos dos increíbles castillo, no dudéis en dejarnos un comentario 🙂

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