Si estáis buscando hacer una escapada de fin de semana a un lugar alejado del bullicio de la ciudad, lleno de naturaleza y con poca gente (o incluso ninguna), ¡estáis en el sitio correcto! En esta entrada os proponemos una sencilla ruta en coche por la zona más al Sur del Parque Natural de las Arribes del Duero, en la provincia de Salamanca. ¿En qué pueblos merece la pena pararse? ¿Cuáles son los mejores miradores de la zona para ver los ríos Duero y Águeda en todo su esplendor? ¿Cómo hicimos para gastarnos unos 20 euros por persona, todo incluido? Todo esto y mucho más os lo contamos aquí. Así que, seguid leyendo y no os lo perdáis.
Esta ruta está pensada para hacerla en un solo día (madrugando un poco), pero lo ideal sería que la completarais al día siguiente con esta otra ruta en coche por la zona sur del Parque Natural do Douro Internacional. Así lo hicimos nosotros: salimos el sábado temprano desde Salamanca y volvimos el domingo por la tarde después de haber completado ambas rutas.
Si tenéis pensado acercaros a la capital de la provincia, aprovechad la oportunidad que tenéis en estos momentos y echad un vistazo a nuestra entrada sobre cómo pasar 3 días en Salamanca por menos de 50€, incluyendo habitación privada de hotel, comidas, cenas y visitas turísticas.

El Parque Natural de las Arribes del Duero es enorme, y tiene infinidad de lugares increíbles para visitar, tanto en la provincia de Salamanca como en la de Zamora. Personalmente, a nosotros nos resulta imposible descubrir todas las maravillas que esconde en tan sólo un fin de semana, por eso, vamos a dividirlo en varias rutas en coche que iremos subiendo poco a poco. Además, somos partidarios de viajar sin prisas: ver bien todos y cada uno de los sitios y disfrutar de ellos a nuestro ritmo. Si no da tiempo a ver todo, ya tenemos una excusa para volver.
Esta primera ruta en coche por los Arribes del Duero se centra en la parte más al sur del parque, dentro de la provincia de Salamanca, e incluye todo aquello que da tiempo y merece la pena visitar en un día en esta zona. Además, añadimos otras cosas que hacer en cada una de las paradas y sus alrededores por si contarais con más tiempo y os interesara.
Desde dónde empezar esta ruta en coche por los Arribes del Duero
Teníamos claro que queríamos aprovechar bien el tiempo, así que el sábado nos pegamos un buen madrugón y a las 8 ya estábamos de camino a nuestra primera parada: el Mirador Merendero de Castillejo de Martín Viejo. Nosotros salimos desde Salamanca, pero podéis salir desde cualquier otro punto; de hecho, desde otros lugares como Ciudad Rodrigo el trayecto resulta más corto. Si no lo conocéis, merece la pena que lo incluyáis también en vuestra ruta.
1. Mirador Merendero de Castillejo de Martín Viejo
Para llegar al Mirador Merendero, lo que nosotros hicimos fue aparcar el coche en la Zona Arqueológica de Siega Verde y, desde ahí, ir a pie; se tardan aproximadamente 10 minutos. A pesar de que este yacimiento parece un lugar muy interesante (es una de las mayores galerías de arte rupestre al aire libre de toda Europa), no añadimos este sitio a nuestra ruta porque, a la hora a la que habíamos planeado llegar, todavía no estaba abierto. No obstante, os dejamos aquí su página web por si queréis echarle un vistazo y os interesa hacer alguna de sus visitas guiadas.

Como os decíamos, tendréis que caminar unos 10 minutos hasta llegar a lo alto del Mirador Merendero. Para ello, tan solo deberéis cruzar el puente que habéis tenido que pasar anteriormente en coche para llegar hasta el aparcamiento y, una vez lo hayáis cruzado, proseguir por una subida un poquito empinada. ¡Pero cuidado! Cuando lleguéis a este cruce, aseguraos de que tomáis el primer camino, el de la izquierda.

La verdad es que las vistas desde allí arriba son bonitas, pero tampoco diríamos que increíbles. Lo que a nosotros nos llamó verdaderamente la atención del lugar fue el merendero en sí, ya que su forma y su techo son bastante originales.

2. San Felices de los Gallegos
Hemos de decir que, personalmente, este fue el pueblo que más nos sorprendió y gustó. A pesar de que se trata de un pueblo más bien pequeño, no tiene nada que envidiar a otros más grandes. La verdad es que disfrutamos mucho paseando por sus calles y descubriendo su zona más antigua.
Lo primero que vimos al llegar fue la iglesia, situada en una de las plazas principales del pueblo y en la que dejamos el coche. Desde allí nos dirigimos a la Torre de las Campanas, que atravesamos gracias a su arco de entrada, y continuamos por una callejuela hacia la parte del Castillo y la Cerca Vieja. Pero, antes de llegar, nos paramos en una especie de jardín en el que había unos cañones y varios paneles informativos que contaban un poco la historia del pueblo.

Ahora sí, llegamos a la atracción principal del pueblo. San Felices de los Gallegos posee una magnífica muralla medieval y un castillo, del que destaca especialmente la Torre del Homenaje. En estos momentos, y hasta el 31 de octubre de 2021, el horario para acceder al castillo y sus murallas es el siguiente:
- De lunes a jueves: cerrado
- Viernes: de 16:30 a 19:00 horas
- Sábados: de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 19:00 horas
- Domingos: de 11:00 a 14:00 horas
En cuanto al precio, la entrada cuesta 2,25 euros, o 2 euros con entrada reducida. También tenéis la opción de asistir a una visita guíada por 3 euros. Sin embargo, no sabemos por qué, pero nosotros fuimos dentro del horario y el castillo seguía todavía cerrado (puede que por cambios a raíz de las restricciones actuales).

Otras opciones que ver en San Felices de los Gallegos y alrededores
Si contáis con más tiempo, para complementar la ruta, hay otros lugares y cosas que hacer tanto dentro de San Felices de los Gallegos como en los alrededores. Os dejamos algunas de ellas:
- El Museo del Aceite «El Lagar del Mudo», donde os enseñarán el proceso de fabricación del aceite, así como objetos tradicionales relacionados con su uso. En estos momentos sólo esté abierto para visitas para grupos de mínimo 10 personas y con antelación suficiente.
- El Puente de los Franceses, al que hay que acceder a través de una ruta de senderismo por los alrededores del río Águeda. El recorrido se inicia en San Felices de los Gallegos y finaliza en Puerto Seguro, pasando por este precioso puente. Son unos 14 kilómetros ida y vuelta, aunque también puede hacerse más largo: empezar en Hinojosa del Duero y terminar en La Bouza.
- El Mirador de la Mesa del Conde. Se trata de un bonito mirador natural sobre el Río Águeda al que se accede a pie a través de una ruta de unos 3 kilómetros y medio. Comparte el primer tramo con la ruta al Puente de los Franceses.
3. Sobradillo
El siguiente destino de nuestra ruta en coche por las Arribes del Duero era en un principio Lumbrales, a unos 10 minutos en coche desde San Felices de los Gallegos. Sin embargo, tuvimos que cambiar nuestro recorrido porque, después de Lumbrales, habíamos planeado visitar la Casa del Parque de Sobradillo y ésta cerraba pronto. Por eso, decidimos ir primero a Sobradillo, aunque tuviéramos que desviarnos un poco y luego volver hasta Lumbrales.
¡Importante! Tened cuidado con Google Maps, ya que es posible que os mande ir por caminos sin asfaltar pensando que es la ruta más corta. Nuestra recomendación es que vayáis por carretera, tardareis mucho menos y vuestro coche os lo agradecerá. De esta forma, desde San Felices de los Gallegos hasta Lumbrales, id por la SA-324. Y desde Lumbrales a Sobradillo, por la DSA-464. |
Lo más destacable de Sobradillo es la Casa del Parque de los Arribes del Duero, un centro que ofrece mucha información sobre la historia, la flora y la fauna de las distintas partes en que se divide el Parque. La entrada nos costó tan solo 1 euro y el edificio es muy bonito, ya que se trata de una torre que consta de 3 plantas. Además, desde la última de ellas, podréis acceder a través de unas escaleras al Mirador de las Almenas, donde disfrutaréis de una increíble panorámica de la zona.
ACTUALIZACIÓN (OCTUBRE 2021): Según la información oficial actual, ahora entrar en la Casa del Parque es totalmente gratis y se puede hacer dentro del siguiente horario (hasta el 31 de diciembre):
- Viernes y sábados: de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00 horas
- Domingos y festivos: de 10:00 a 14:00 horas

Al llegar a la Casa del Parque, nos atendió una chica súper amable que nos explicó brevemente todo lo que encontraríamos allí. Además, hay gel desinfectante a la entrada, el personal lleva mascarilla y controlan el aforo. Cuando nosotros llegamos, había otras dos personas, pero nos indicaron que solo podíamos subir a la siguiente planta cuando los otros hubieran pasado a la tercera, para así asegurar que se respetara la distancia.
TIP LOCAL Cuando terminamos nuestro recorrido por la torre, le preguntamos a la guía si nos podía aconsejar alguna ruta cerca de allí y nos recomendó la ruta hacia el Mirador del Molinillo: es muy sencilla y apenas se tardan 20 minutos en ir y otros 20 en volver. Lo que nosotros hicimos, como nos indicó la guía, fue acercar el coche lo máximo posible; desde la Casa del Parque tardamos unos 5 minutos hasta ese punto. Tan sólo tenéis que subir hasta la Ermita del Cristo de la Cuesta y, dejándola atrás, seguir hacia el Mirador por un camino de tierra. Aunque veáis un aparcamiento, seguid un poco más, hasta que no podáis continuar. Ahí aparcamos el coche a un lado y seguimos a pie por el camino que se abre entre las piedras. El mirador merece mucho la pena, ¡las vistas son increíbles! |

En cuanto a la ermita que mencionábamos antes, la del Cristo de la Cuesta, si queréis también podéis hacerle una visita. Cuando terminamos la ruta, nuestros estómagos nos indicaban que ya iba siendo hora de comer, por lo que simplemente echamos un vistazo por fuera y volvimos hasta Sobradillo. Teníamos la esperanza de encontrar algún merendero por la zona, pero como no fue así, nos sentamos en unos bancos que había justo al lado de la Casa del Parque y sacamos unas deliciosas ensaladas de pasta que habíamos preparado el día anterior.
Si lo preferís, en el propio pueblo de Sobradillo hay un par de bares en los que seguro que podéis comer algo. De cualquier forma, en nuestra siguiente parada, Lumbrales, tendréis más sitios en los que elegir.
4. Lumbrales
Ya con el estómago lleno, pusimos rumbo a Lumbrales. Es un pueblo un poco más grande (en cuanto a población y servicios) que San Felices de los Gallegos y también merece mucho la pena. Nosotros llegamos directamente a la Plaza Mayor y pudimos aparcar justo enfrente, así que no creemos que tengáis problemas para encontrar sitio.

Desde la Plaza Mayor, dimos una vuelta por el pueblo, de unos 30-40 minutos. Visitamos la Plaza Barrera, en la que se encuentra la estatua de su famoso verraco, la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo Casa de los Conde.


También descubrimos un pequeño y bonito jardín, justo en el cruce de la Calle del Medio con Don Gaspar Galván.

Otros lugares que ver en Lumbrales y alrededores
Si contáis con más de un día y queréis pasar más tiempo en Lumbrales y sus alrededores, hay otras muchos lugares que podéis visitar:
- A menos de 15 minutos en coche se encuentra el Castro de Las Merchanas, un poblado vetón habitado desde el siglo II a.C. hasta el V d.C. Podréis recorrer el interior y exterior de las más de 8 hectáreas de este recinto amurallado, a la vez que descubrís su historia y la de su entorno. Si os interesa este tipo de visitas, no muy lejos de allí se encuentra el Castro de la Yecla La Vieja, perteneciente a la comarca de Vitigudino.
- Muy cerca del Castro se encuentra el Molino del tío Justo. Se trata de un molino restaurado en el que podréis admirar su entorno y aprender en su interior sobre cómo se trataba y molía el trigo tradicionalmente.
- Como os decíamos antes, en la plaza Barrera se ubica el Museo de la Casa de los Condes. En su interior, se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes del Territorio Vetón, donde podréis preparar o culminar vuestra visita al Castro de Las Merchanas. Pero no sólo eso, el mismo edificio hace las veces de Centro de Interpretación del Camino de Hierro, una ruta de reciente inauguración que transcurre por las vías del tren de la antigua Línea del Duero. La entrada al edificio es gratuita (no así la ruta, que cuesta 5 euros por persona), pero hay que reservar cita previa.
5. Ruinas de la Torre de San Leonardo
Nuestro siguiente destino en esta ruta en coche por los Arribes del Duero fueron las Ruinas de la Torre de San Leonardo. Como su propio nombre indica, lo único que se conserva de lo que antiguamente fuera este poblado hispano son las ruinas de la torre de su iglesia.

La verdad es que no fue uno de los lugares que más nos impactó, pero tiene una historia interesante, ya que la causa de su desaparición es toda una incógnita. Existen varias teorías sobre qué fue lo que llevó a su destrucción:
- Algunos dicen que fueron los franceses, tras no poder vencer durante la Guerra de la Independencia a los habitantes de aquella zona quienes, llevados por la rabia, saquearon y destrozaron el pequeño pueblo de San Leonardo.
- Otros dicen que la verdadera causa de su desaparición fueron sus aguas, contaminadas por algún malhechor de la época, que llevaron a los vecinos a abandonar sus hogares.
- Una tercera teoría considera culpable de este declive y destrucción a la peste.
La causa de la desaparición de San Leonardo sigue siendo todo un misterio. En cualquier caso, si algo sí está claro es que, fuera cual fuera esa causa, no pudo con la fachada de la torre de su iglesia, que aún se erige escondida entre multitud de prados sobre los que pacen tranquilamente decenas de vacas, ajenas a esta incertidumbre sobre lo que hiciera desaparecer a este antiguo poblado.
6. Puente del Ojo y Mirador del Cachón del Camaces
Tras una breve visita a las ruinas, continuamos nuestra ruta en coche hacia el río Camaces con la idea de pararnos en el puente del Ojo, pero no pudimos llegar hasta él porque el acceso estaba cortado. Además, en ese tramo el río estaba seco, así que no nos paramos mucho y seguimos avanzando hasta el Cachón del Camaces.
Desde este mirador las vistas eran muy bonitas, pero la pena es que la zona en general se veía un poco seca (tened en cuenta que fuimos en septiembre). No obstante, tenemos pensado volver más adelante al Cachón, en otra época en que el Camaces y sus alrededores tengan un poquito más de vida.

7. Puente de la Molinera
A unos 5 minutos en coche del Cachón del Camaces se encuentra el Puente de la Molinera. Aunque no hay mucho sitio para dejar el coche, merece la pena pararse y bajar para contemplar el puente desde abajo. Se tarda un poco, ya que hay que caminar e incluso saltar entre piedras, ¡pero las vistas desde ahí abajo son muy bonitas!

Desde aquí nos dirigimos directamente al Mirador del Picón del Moro, sin pasar por Saucelle. A pesar de que es un pueblo que vale la pena visitar, nosotros decidimos dejarlo para la próxima ocasión y comenzar desde allí nuestra segunda ruta en coche por los Arribes del Duero, para continuar el recorrido hacia el norte.
8. Mirador del Picón del Moro
Para nosotros, el Picón del Moro fue el mirador más bonito de todos. Las vistas desde ahí arriba son impresionantes y, si además tenéis la suerte de llegar antes de la puesta de sol, disfrutaréis de un paisaje con una luz natural preciosa.

Para llegar hasta este mirador, os aconsejamos que dejéis el coche en el Merendero de la Dehesa; según venís por la carretera, lo veréis de frente sin ningún problema. Desde ahí, tan solo tendréis que andar un poco y subir una especie de escaleras de piedra hasta llegar a una plataforma que os llevará hasta lo alto del mirador. El camino puede parecer un poco lioso, pero si veis un cartel que dice “sólo vehículos autorizados”, id en esa dirección y no tardaréis más de 10 minutos en llegar hasta la plataforma.

9. Mirador del Salto
Acto seguido fuimos hasta el Mirador del Salto. Está muy bien cuidado y además hay algunos bancos por si queréis descansar y comer algo. Se tarda apenas un minuto en coche desde el Picón del Moro y desde él podréis disfrutar de otra parte del río Duero y del Salto de Saucelle. En cuanto a este último, lo habíamos incluido en nuestra ruta pensando que se trataba de otro pueblo, pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que en realidad es un complejo turístico al que solo pueden pasar los clientes.

Así, tras pasar un buen rato en estos dos miradores, pusimos rumbo al Mirador del Contrabando. Si vais bien de tiempo, otros miradores que están cerca y que podéis visitar son el del Embalse de Saucelle o el de Penedo Durão. A nosotros se nos estaba haciendo un poco tarde y queríamos cenar en el del Contrabando, así que los dejamos para que no se nos hiciera muy de noche.
10. Mirador del Contrabando
La parte final de nuestra ruta en coche por la zona sur de los Arribes del Duero la dedicamos principalmente a disfrutar de las vistas de la zona. Por eso, nuestra siguiente parada no podía ser sino otro mirador: el Mirador del Contrabando. Recibe este nombre por poder verse desde ahí la zona en la que los contrabandistas actuaron durante muchos años, pasando todo tipo de productos desde Portugal hacia España, y a la inversa.

11. Mirador de la Peña de la Vela
Justo enfrente del Mirador del Contrabando, al otro lado de la carretera, empieza un camino que os llevará hasta otro mirador con unas vistas increíbles: el mirador de la Peña la Vela. No es un camino asfaltado, pero se puede ir perfectamente en coche hasta llegar a unos 100 metros antes del mirador, desde donde debéis seguir a pie. En este último tramo pasaréis por los restos de un edificio que en su día hacía las veces de garita desde la que los carabineros y posteriormente la Guardia Civil vigilaban a los contrabandistas en la frontera.

Actualmente ya no hay contrabando en la zona, pero sí es posible que os encontréis con unos guardias muy peculiares que vigilan el camino de acceso al mirador. Si es así no os preocupéis, no son unos seguratas muy agresivos: cuando pasamos ni se inmutaron.

Una vez sobrepasado ese pequeño obstáculo, llegaréis al mirador de la Peña la Vela. Desde ahí podréis disfrutar de unas vistas increíbles hacia ambos lados y tanto de la orilla española como de la portuguesa del río Duero. Merece mucho la pena.

12. Hinojosa del Duero
Después de tomarnos nuestro tiempo para disfrutar de esas increíbles vistas, nos dirigimos al punto de nuestra ruta desde el que habíamos planeado ver el atardecer: el pueblo de Hinojosa del Duero. Nuestra idea era dar antes una vuelta rápida por el pueblo, pero temíamos que eso conllevara que nos perdiéramos la puesta de sol, así que subimos directamente en coche hasta la Ermita del Cristo de la Misericordia.

Sin lugar a duda fue una muy buena decisión: desde lo alto del Cerro de San Pedro, en el que se encuentra la ermita, tuvimos la oportunidad de disfrutar de un atardecer increíble, de esos que te dejan sin palabras. Durante unos momentos, los colores cálidos fueron los protagonistas, expandiéndose por todos los campos que desde allí se observaban y reflejándose sobre la piedra de la ermita, dándole un precioso toque amarillento.
Una vez recuperados de tan mágico atardecer, nos acercamos al Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, una enorme estatua de 3 metros de altura que se erige sobre un pedestal. La verdad es que nos sorprendió mucho el realismo y la envergadura del monumento.

Junto a la ermita del Cristo de la Misericordia hay un merendero, en el cual cenamos lo que traíamos de casa. Si no es vuestro caso, en el propio pueblo encontraréis varios bares y cafeterías donde podéis comer algo. También encontraréis varios restaurantes en el punto final de nuestra ruta, ya en territorio portugués.
13. Barca de Alba: fin de la ruta en coche por los Arribes del Duero
Según se iba haciendo de noche, nos dirigimos al último punto de nuestra ruta en coche por la zona sur de los Arribes del Duero: Barca de Alba o Barca d´Alva. Se trata de una pequeña aldea portuguesa que se encuentra en un enclave único: no solo en la frontera entre España y Portugal, sino en la confluencia entre los ríos Duero y Águeda. Además, está muy bien situado para empezar nuestra ruta por la zona sur del Parque Natural do Douro Internacional del día siguiente.
Pues bien, en Barca de Alba hay un pequeño aparcamiento junto al embarcadero en el que pasamos la noche. Cuando llegamos, ya había una furgoneta y una caravana, lo que nos dio bastante confianza. Para saber si mereció la pena, os dejamos una foto de las vistas al despertarnos. Una imagen vale más que mil palabras, ¿no creéis?

Si no valoráis la opción de dormir en vuestro vehículo y preferís pasar la noche con más comodidad, en la zona podéis encontrar también algunos alojamientos turísticos.
En caso de que prefiráis seguir recorriendo los Arribes del Duero, podéis acercaros a conocer el poblado casi fantasma del Salto de Aldeadávila, donde disfrutaréis de la soledad en un enclave único.
Mapa de la ruta en coche
En Barca de Alba termina nuestra ruta en coche por la zona Sur de los Arribes del Duero. Os dejamos un mapa para que os sea más fácil seguirla:
¿Cómo hicimos para gastarnos 20 euros por persona, todo incluido?
En definitiva: si queréis pasar un fin de semana entre naturaleza, disfrutando de unas vistas increíbles y gastando muy poco dinero, os animamos a que hagáis esta ruta en coche. La razón de que nos costara tan sólo unos 20 euros por persona es que únicamente nos gastamos dinero en gasolina, ya que tanto las comidas como el alojamiento nos salieron totalmente gratis. ¡Como lo oís!
No gastamos en alojamiento porque dormimos en nuestro propio coche. Era algo que llevábamos tiempo queriendo hacer y que, tras probarlo, hemos seguido haciendo en varios viajes. Aunque se sacrifica algo de comodidad, ganamos en libertad para decidir donde dormir y, sobre todo, nos permitió hacer un viaje increíble como este con muy poco dinero. Por si os interesa saber más sobre el tema, tenemos pensado hacer más adelante una entrada sobre cómo dormimos en nuestro coche.
En cuanto a las comidas, todas menos el desayuno del día siguiente las llevábamos ya preparadas de casa (y eso que este último, como os contamos en nuestra ruta por el Parque Natural do Douro Internacional, nos acabó saliendo gratis). Es cierto que no fue un fin de semana muy gourmet, pero para un par de días nos bastó con cosas sencillas como ensaladas, empanadas, bocadillos o fruta.
Con esto queremos cumplir con uno de los objetivos de La Eternidad del Viaje: romper con ese mito de que viajar supone gastar mucho dinero, y compartir así consejos para viajar sin gastar mucho 😉
¡Y hasta aquí nuestra entrada de hoy! Esperamos que esta ruta en coche por la zona Sur de los Arribes del Duero os haya sido útil y os ayude a planear vuestro viaje. Si decidís hacerla, contadnos qué tal ha ido. Y si conocéis otros lugares que creéis que nos hemos dejado, no dudéis en contárnoslo.