Plaza de Piodao, uno de los pueblos más bonitos de Portugal
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Piodao: Qué ver en uno de los pueblos más bonitos de Portugal

Vimos por primera vez una foto de Piodao mientras planeábamos un viaje a la Sierra de la Estrella (Portugal). Era un pueblecito construido en la ladera de una montaña y con todas sus casas y suelos de pizarra.

Tenía muy buena pinta, así que decidimos desviarnos unos kilómetros para hacerle una visita. Ahora que ya lo conocemos, estamos de acuerdo en que si hubiéramos pasado de largo no nos lo habríamos perdonado.

Para que te hagas una idea, la gente ha comparado a Piodao con otros muchos lugares. A algunos la imagen del pueblo desde lejos les recuerda al Portal de Belén. Otros le han sacado parecido con Patones de Arriba, en la Comunidad de Madrid.

Hay incluso quienes, mientras recorrían sus calles, han sentido que vivían una aventura con Astérix y Obélix en su aldea gala.

Piodao

Por muchos parecidos que le quieran sacar, si algo es evidente es que Piodao es un lugar especial.

En este artículo te contaremos por qué lo es y todo lo que necesitas para visitarlo: cómo llegar, dónde dejar el coche, qué puedes ver en sus alrededores o si puedes pasar la noche allí.

Cómo llegar a Piodao

Parte del encanto de esta aldea de unos 120 habitantes está en su ubicación. Está tan escondido que, si vas por la carretera que lleva a Piodao, es porque vas a Piodao. No hay otra opción: se hizo sólo para poder llegar hasta allí.

Nosotros veníamos de pasar varios días en la Sierra de la Estrella, disfrutando de sus pozas naturales, de otros pueblos con encanto y del original Covao dos Conchos.

Covao dos Conchos Portugal

Por eso, nos habíamos acostumbrado a las carreteras de montaña de la zona. Aun así, la que lleva hasta Piodao nos sorprendió especialmente.

Durante kilómetros y kilómetros lo único que vimos fueron bosques y montañas que aparecían entre curva y curva.

Así hasta que, por fin, vimos entre los árboles una de las vistas que más impactan de Piodao: la que verás desde la ladera de enfrente de la montaña.

Piodao desde el otro lado de la montaña
Piodao vista desde la ladera de enfrente

Es el mejor punto para poder apreciar la forma tan característica de esta aldea. Como han construido las casas sobre terrazas naturales, van formando escalones que hacen que parezca que están unas sobre otras.

Dónde aparcar en Piodao

A Piodao no se puede entrar en coche. Básicamente porque no cabría por sus calles. Por eso, hay una especie de aparcamiento a la entrada.

Es una isleta que forma la carretera con plazas para dejar el coche a cada lado. Si está lleno, un poco antes de llegar hay más sitios para dejar el coche.

Aunque parezcan muchas plazas, si vas en temporada alta te recomendamos madrugar un poco y no arriesgarte.

¿Qué lo hace tan especial?

Ya hemos dicho que la imagen de Piodao desde el otro lado de la montaña impresiona. Pero no es lo único que hace que esta aldea portuguesa sea tan especial.

Basta con poner un pie en el pueblo para darse cuenta. Lo primero que verás será una iglesia blanca con adornos azules: la Iglesia Parroquial de Piodao.

Iglesia Parroquial de Piodao Portugal
En la plaza de la iglesia hay también baños públicos y varias cafeterías.

Lo que más nos llamó la atención fue encontrarnos con un edificio así en un lugar como ese. Digamos que, si nos hubieran enseñado antes una foto de la iglesia, nunca habríamos dicho que estaba una pequeña aldea portuguesa escondida entre montañas.

Como si el edificio en sí fuera poco para destacar, está en medio de la plaza principal, en lo alto de unos escalones y contrasta con las casas grises que la rodean.

Calles de Piodao Portugal

Ese color grisáceo de las viviendas es probablemente el rasgo más característico de Piodao. Viene de la pizarra, el material con el que están hechas la gran mayoría de las casas del pueblo y el suelo de las calles.

Las casas de la plaza son sólo un adelanto de lo que encontrarás en el resto de la aldea. También verás que muchas de sus puertas y ventanas están pintadas de azul, dándole aún más encanto.

Servilleteros en una cafetería de Piodao
El estilo de las casas ha llegado hasta a los servilleteros de las cafeterías

Piérdete por sus calles y sube poco a poco la ladera de la montaña. Cada rincón tiene algo que te hará pararte un momento: una capilla escondida, fuentes o pequeños arroyos abriéndose paso ladera abajo.

Calles estrechas de Piodao

Si puedes, merece la pena quedarse hasta que anochezca. Verás un Piodao muy diferente: estará iluminado y no quedarán apenas turistas.

Plaza de Piodao, uno de los pueblos más bonitos de Portugal

¿Cómo ha conseguido mantener su esencia hasta ahora?

Si algo nos sorprendió al recorrer Piodao fue que se haya mantenido tal cuál era hace cientos de años. Al fin y al cabo, la mayoría de pueblos se han adaptado al urbanismo de los últimos siglos.

Si Piodao no lo ha hecho es precisamente por haber estado tan aislado. Como decíamos, sólo hay una carretera que lleva expresamente hasta allí y no hay ningún otro pueblo en varios kilómetros.

Y es que esta única carretera no existió hasta los años 70. Hasta entonces, sólo era posible llegar a Piodao andando, a caballo o en burro.

Calles de Piodao

Esto hacía que traer materiales o cualquier otra cosa de pueblos o ciudades mejor conectados no fuera nada fácil.

Por eso, los vecinos de Piodao tuvieron que hacer sus casas con algo que pudieran encontrar en la zona. Y ese algo fue precisamente esa pizarra gris que ahora tanto sorprende a sus visitantes.

Por otro lado, la casualidad quiso que la única tienda que había en la aldea sólo tuviera pintura de color azul. Fue por eso por lo que la mayoría de vecinos decidieron pintar sus puertas y ventanas de ese color.

Vistas desde lo alto de Piodao

Incluso la propia Iglesia Parroquial que nos da la bienvenida a Piodao fue pagada y construida por sus propios habitantes.

En definitiva, si podemos conocer Piodao tal como la vemos ahora, es en parte debido a que ha estado siempre aislada.

Cuenta la leyenda que esto lo aprovechó algún que otro fugitivo para esconderse. Fue el caso del asesino de un importante personaje de la historia de Portugal: Doña Inés de Castro.

Qué ver en los alrededores de Piodao

Por si fuera poco, en los alrededores de Piodao hay otros lugares que también merecen mucho la pena.

Es el caso de Foz d’Égua, una playa fluvial con varios puentes y casas de pizarra. Puedes llegar hasta allí desde Piodao en unos 10 minutos en coche o haciendo una ruta de senderismo.

Foz DEgua

También tiene un puente colgante por el que está prohibido cruzar y adornos originales en las fachadas de las casas.

Puente colgante en Foz D´Egua

Cuando fuimos, la playa fluvial no tenía apenas agua. Si te pasa lo mismo, en la parte más baja del propio Piodao tienes otra. Bañarse con vistas a la aldea tiene que ser una maravilla.

Por último, si te gusta andar por la naturaleza debes saber que hay otras muchas rutas para conocer el entorno de Piodao.

Alojamiento en Piodao

Lo más habitual es ir y volver en el mismo día. Pero, si tienes la oportunidad, pasar la noche merece la pena.

Ese día, nosotros dormimos dentro del coche. Así pudimos disfrutar de la tranquilidad de Piodao por la noche y de un café prácticamente solos a la mañana siguiente.

Si lo prefieres, en el propio pueblo hay algunos hoteles y casas rurales.

Casas de Piodao

Esto es todo. Si no conocías Piodao, esperamos que este artículo te anime a hacerlo. Hay muy pocos lugares tan auténticos y que estén tan cerca de España. ¡Así que aprovéchalo! 😉

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